Nuestra piel
La piel es más que un envoltorio.
La piel es el órgano de nuestra anatomía más complejo, extenso y pesado del cuerpo. Representa aproximadamente el 6% del peso total del individuo y presenta propiedades como elasticidad, resistencia, flexibilidad, tersura y humedad.
La piel no se limita a ser una simple capa externa que cubre nuestro cuerpo protegiéndonos contra organismos diversos y agentes físicos como traumatismos, radiaciones solares o contra sustancias químicas agresivas.
Además de esta función no poco importante también tiene funciones sensoriales percibiendo sensaciones dolorosas, cambios de presión, temperatura, tacto, etc.; también funciona como un laboratorio como síntesis de vitamina D, producción de melanina (sustancia que da color a la piel y nos protege de las radiaciones solares).
También interviene en el equilibrio de agua y minerales y en el control de la temperatura. Además cuenta con una línea celular de defensa contra muy diversos microorganismos causantes de enfermedades diversas que pueden afectar no solo la piel, sino órganos internos.
Si esto no fuera suficiente también participa en la eliminación de sustancias tóxicas y también a través de ella se absorben muy diversos medicamentos.
Todo lo anterior nos debe dar una idea de la importancia de nuestra piel y lo fundamental que es mantenerla en las mejores condiciones posibles y brindarle los cuidados que merece, siempre orientados por el especialista dermatólogo, para evitar el maltrato cuando aplicamos sobre la piel, sustancias o medicamentos que puedan lesionar no solo la piel sino al organismo en general.